miércoles, 3 de julio de 2013

El cuento moderno:posible clasificación


EL CUENTO FANTÁSTICO

Características
       
             El cuento fantástico, tal como se lo conoce en la actualidad, nació en el siglo XVIII. Esto sucedió cuando la sociedad estaba lo suficientemente madura para aceptar lo sobrenatural como manifestación artística, es decir sin creer que los hechos que se contaban eran reales. Las primeras historias transcurrían en castillos apartados y siniestros, y sus personajes eran damas en apuros y jóvenes héroes que las rescataban.

            En el siglo XIX surgió el cuento de fantasmas, con autores como Charles Dickens, Oscar Wilde y Henry James, que muestran en sus obras apariciones espectrales en casonas deshabitadas y venganzas más allá de la tumba. Entre los autores contemporáneos del género se encuentra el reconocido escritor Stephen King. En la literatura argentina los más importantes son Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y Julio Cortázar.

            En un cuento fantástico se pueden señalar una serie de características: la aparición de elementos sobrenaturales, cierto tipo de personajes, un escenario especial, el uso de ciertos recursos expresivos y la exigencia de participación del lector.

En el relato fantástico, los hechos irreales no tienen justificación alguna. No existe una certeza sobre lo que está ocurriendo, el lector necesita explicaciones y estas no son provistas por el relato. Como lo afirma Tzvetan Todorov: "la ambigüedad subsiste hasta el fin de la aventura: ¿realidad o sueño? ¿Verdad o ficción?"

Lo sobrenatural

            En los cuentos fantásticos se plantea la existencia de un mundo normal, natural, reconocido inmediatamente por los lectores. Frente a él aparece un mundo sobrenatural, anormal, distinto.

            Los elementos sobrenaturales irrumpen en el mundo normal de manera súbita y violenta. Esta irrupción provoca una ruptura, en el mundo reconocible y normal, que ya no vuelve a ser el mismo.

Los personajes

            En los relatos de tipo fantástico, los acontecimientos sobrenaturales les ocurren a personajes que encarnan personas comunes y corrientes. Cuando aparecen seres sobrenaturales (el conde Drácula, fantasmas, muertos vivos), el punto de vista no es el suyo, sino el de narradores o personajes que pertenecen al mundo natural.   

El escenario

            En un cuento fantástico, el lugar cobra decidida importancia, dado que un escenario bien caracterizado condiciona todo un relato. Por eso, en muchos cuentos fantásticos de terror los hechos se desarrollan en una casa embrujada. La descripción que de ella realice el autor tendrá en cuenta tanto el aspecto físico (inmensos salones desiertos, largas escaleras hacia habitaciones superiores o hacia los sótanos, cuartos abandonados, numerosos pasillos) como la atmósfera que se desprenda del ambiente: de amenaza, de opresión, etc.   

 La participación del lector

            A veces, los hechos narrados en un cuento fantástico, por su misma esencia, hacen cuestionar al lector su verosimilitud. Por ejemplo, en las novelas y cuentos de vampiros, la presencia de estas criaturas de la noche, con extraños poderes y capaces de vivir eternamente, escandaliza la experiencia cotidiana del lector, dado que en su realidad no existen. Pero este mismo lector debe tratar de superar el impulso que le hace negar o desechar estos textos y recordar que está leyendo ficción literaria.

            Cuando uno lee un cuento fantástico y permanece al margen de los hechos narrados, puede decirse que toma una actitud incrédula o escéptica. En cambio, si se identifica con el protagonista y sigue los acontecimientos “creyendo” en la realidad contada, tiene una actitud cómplice.

            Para disfrutar plenamente de lo relatado, entonces, es necesario un lector cómplice, que acepte esos hechos y suspenda momentáneamente su incredulidad. De esta manera, el placer de la lectura no se ve perjudicado por actitudes escépticas, y se experimenta lo fantástico como una rica manifestación artística.    

 

Los temas del género fantástico

Algunos de los temas del género fantástico son:

 1) el hombre lobo

2) el vampiro

3) las perturbaciones de la personalidad

4) los juegos de lo visible y lo invisible

5) las alteraciones de la causalidad, el espacio y el tiempo

6) la regresión

7) el juego entre el sueño y la vigilia

 

El cuento fantástico es un relato relativamente breve de carácter ficcional que admite en la realidad de su texto la existencia o la posibilidad de existencia de elementos (seres, cosas, lugares o hechos) sobrenaturales dentro de un mundo que, aunque sea literario, es posible. El choque entre los hechos naturales y los elementos prodigiosos impresiona al lector, quien vacila entre una explicación lógica y una explicación mágica para lo que se cuenta. 


EL CUENTO DE CIENCIA-FICCIÓN

            Existen diferentes definiciones de ciencia ficción. La definición clásica del diccionario dice: “relatos fantásticos basados en la ciencia”.

            Una propuesta más moderna asegura: “ciencia ficción es la literatura de la imaginación disciplinada”. Esta definición quiere decir que:

 1) En primer lugar, la ciencia ficción es un género literario; por lo tanto, todo lo narrado pertenece al campo de la ficción, y

2) la imaginación creadora tiene un papel preponderante, pero esta misma imaginación está regida, disciplinada, por los aportes de la ciencia.

             Además, la expresión en español “ciencia ficción” es una traducción incorrecta, pero muy aceptada, de la inglesa “science-fiction”, que debería traducirse como “ficción científica”.

            Así, si se habla de “ficción científica” se pone el acento en el carácter ficcional de este género y se relega la ciencia a un segundo plano.

Tipología de la ciencia ficción

            La ciencia ficción no es una manifestación artística homogénea. Dentro de ella hay varios tipos que han dado lugar a determinadas corrientes. Entre las principales clases de textos de ciencia ficción se encuentran las siguientes:

 1) Ciencia ficción dura (“hard science fiction”). Se trata de textos donde se desarrollan diferentes temas con presupuestos científicos muy abundantes.

 2) Historias de espada y brujería (“sword and sorcery”). Estos relatos transcurren en tiempos y lugares imprecisos, caracterizados por la magia y el ideal caballeresco.

 3) Historias del espacio (“space opera”). Este nombre designa a las narraciones de aventuras cuyos sucesos transcurren en el espacio exterior.

            Las divisiones no son rígidas. El film La guerra de las galaxias (Lucas, 1977), por ejemplo, comparte las características de las historias de espada y brujería, y también los rasgos de las historias del espacio.  

 

Los temas de la ciencia ficción

Entre los temas predilectos de la ciencia ficción se encuentran los siguientes:

 

1) Los viajes por el espacio y el tiempo. Es muy común encontrar relatos con viajeros espaciales y temporales. La conquista de mundos alejados en el espacio exterior y la posibilidad de viajar por el tiempo han interesado desde siempre a los escritores y a su público. El desarrollo de estos temas trae aparejadas otras cuestiones:

a) la posibilidad de encontrar vida en otros mundos. Esta temática se desarrolla, por ejemplo, en los cuentos del libro Crónicas marcianas de Ray Bradbury;

b) las invasiones extraterrestres. Es el caso de la novela La guerra de los mundos, de Herbert G. Wells o la película Marte Ataca de Tim Burton;

c) las guerras interplanetarias. Este tema integra la serie literaria y cinematográfica de La guerra de las galaxias, de George Lucas.   

            Un ejemplo de los viajes en el tiempo lo constituye la novela de Herbert G. Wells. La máquina del tiempo.

            Los viajes por el tiempo traen como consecuencia las posibles paradojas temporales. Estas paradojas se producen cuando coexisten cosas de manera ilógica. Por ejemplo, si una persona viaja hacia el pasado, puede encontrarse consigo mismo cuando era más joven. Este encuentro es una paradoja. Esta variante fue utilizada por la serie de films Volver al futuro. 

 

2) El futuro anticipado. Muchos relatos de ciencia ficción especulan acerca del futuro que le espera a la raza humana. Entre las propuestas literarias las hay optimistas (utopías) y pesimistas (distopías). La novela Fahrenheit 451, de Ray Bradbury, presenta un futuro masificador y asfixiante donde hasta la propia literatura está amenazada. Se trata, por lo tanto de una distopía. En cambio, Herbert G. Wells propone un futuro hasta cierto punto esperanzador en Una historia de los tiempos venideros. 

3) El hombre y las máquinas. Las máquinas, producto de la creación el hombre y nacidas para su salvación natural en la Revolución Industrial (siglo XIX), se transforman en enemigas mortales en los relatos de ciencia ficción.

            Así, se niegan a cumplir las tareas para las que fueron creadas. Se han humanizado y se rebelan. Esto ocurre, por ejemplo, con la supercomputadora HAL 9000 en 2001 Odisea del espacio. También la novela de Philip K. Dick sobre la que se basó la película Bladerunner, trata sobre esta cuestión: los perfectos y desarrollados androides no aceptan ser desactivados y presentan batalla. La guerra contra las máquinas puede llegar a extremos muy violentos, como sucede en Terminator.     

 

4) Las transformaciones del cuerpo humano. En la ciencia ficción, las transformaciones del cuerpo humano se producen como resultado de alguna intervención científica. El médico que sobrepasa los límites éticos de la ciencia es uno de los personajes característicos. El referente más significativo es la novela Frankenstein, de Mary Shelley. En ella, un médico, decidido a descubrir el origen de la vida, arma un ser con restos cadavéricos y le da vida por medio de la electricidad.

            En la novela El extraño caso del Dr. Jekill y de Mr. Hyde, de Robert L. Stevenson, las sucesivas transformaciones del Dr Jekill en el malvado Mr Hyde se deben a una droga que divide su personalidad.

 

El relato de ciencia ficción es un texto ficcional de carácter narrativo que se basa en la proyección de los adelantos de la ciencia y la tecnología, y que muchas veces se desarrolla en el futuro como tiempo ideal en el cual esos adelantos podrían hacerse realidad.

 

EL CUENTO POLICIAL

Definición del género

Es una narrativa en la cual mediante la observación, el análisis y la deducción lógica aplicada a un hecho policial, se busca descubrir al autor de un delito y sus móviles
Hay quienes sostienen que tanto el cuento como la novela policial son expresiones de un género menor, producto de la cultura de la masa, y que, por esto, buscan sólo entretener, divertir, distraer. Para quienes adoptan una postura más radicalizada, se trata de una literatura de evasión.
Según E. Anderson Imbert en el cuento policial "Al rompecabezas le falta una pieza" el género detectivesco es un juego. En la literatura policial, la investigación nunca falla, el detective triunfa [...]. Por eso las novelas detectivescas no pueden encontrar crímenes perfectos: ya que el describirlos es descubrirlos. En la vida, en cambio, la investigación policial suele fracasar. Hay millones de homicidios que han quedado en la oscuridad

Origen y evolución

Desde fines del siglo XVIII se observan dos actitudes opuestas para resolver las situaciones de la vida humana. En una de ellas, la racionalista, predomina la razón que explica, mediante la lógica, los hechos. En la otra, la irracionalista, los sentimientos, la intuición y las emociones prevalecen sobre cualquier otra interpretación.

El relato policial nace como una expresión de este enfrentamiento y, al mismo tiempo, como consecuencia de una realidad histórica: la formación de grandes ciudades y el deseo y búsqueda de justicia. Ingresan así, en la literatura, nuevos personajes y ambientes que son netamente urbanos, entre ellos la policía y los cuerpos de seguridad, que se organizaron sistemáticamente a principios del siglo XIX, favorecidos por la investigación científica. Lo policial, una especie muy heterogénea, se alimenta fantasía, crímenes, fugas, búsquedas y persecuciones y, por sobre todo, plantea un enigma que debe ser resuelto por la lógica.

Edgar Allan Poe, con Los crímenes de la calle Morgue, es el creador de esta forma narrativa que desde sus comienzos se difunde con rapidez por su eficacia comunicativa. Resulta ser, así, un relato muy popular como la novela de folletín. Esta circunstancia hace que como forma literaria no fuera tan respetada frente a otras consideradas valiosas. Sin embargo, el relato policial exige del escritor, además del dominio técnico, un ordenamiento riguroso de la trama: debe crear hechos y vincularlos con lógica interior.

El detective Sherlock Holmes, el médico Watson, de Arthur Conan Doyle, y el padre Brown, de Chesterton, figuran entre los personajes más conocidos de la narrativa policial. Otros autores difundidos son: Ágata Christie y Graham Greene.

Durante la década de 1920 surgió en Estados Unidos una nueva variedad de historia policíaca difundida a través de las revistas de la época: el thriller. Esta nueva corriente se propuso derribar las barreras que separaban la ficción detectivesca de otros géneros populares, como la intriga y los relatos de espías. Entre los más destacados autores estadounidenses figuran Dashiell Hammett, creador de Nick Charles y Sam Spade, y Raymond Chandler, creador de Philip Marlowe, uno de los detectives más populares del siglo XX.

Muchas obras de ambos escritores han sido llevadas al cine con gran éxito. Los detectives más famosos de la tradición policíaca estadounidense son tipos duros que trabajan más por dinero que por diversión. Si bien estas historias respetan todas las reglas clásicas del género, el énfasis se pone más en la acción, y la intriga pasa a ocupar una posición secundaria.
A partir de 1950 esta tendencia da paso a la novela de procedimiento policial, basada en el modus operandi de los detectives reales para resolver sus crímenes. La diferencia con la tradición anterior estriba en que el lector no encuentra aquí héroes, sino hombres falibles de carne y hueso especialmente entrenados para el desarrollo de su oficio.

Fue el gran poeta simbolista Charles Baudelaire quien dio a conocer el género en Francia traduciendo las obras de Edgar Allan Poe. Posteriormente, llegó también la corriente inglesa encabezada por Conan Doyle, en un momento en que el género francés ya contaba con su propio personaje de ficción, el inspector Lecoq, fruto de la imaginación del novelista Émile Gaboriau.
Estas dos influencias son decisivas en la obra de Gaston Leroux, que en 1907, escribe su primera y más famosa novela, El misterio del cuarto amarillo. Su popular detective Joseph Rouletabille, un joven y audaz periodista con unas dotes de análisis y deducción extraordinarias, es el protagonista de un ciclo de novelas enormemente populares entre los lectores franceses.

El novelista francés de origen belga Georges Simenon, ocupa un lugar de honor en la narrativa policíaca, con su célebre personaje del comisario Maigret, un investigador de la verdad muy humano, cuyo método consiste más que en deducir en intuir el motivo del crimen. Las novelas de Simenon se alejan de los esquemas tradicionales de la investigación y ofrecen intensos retratos psicológicos de personajes que se mueven en un mundo de soledad y hastío frente a la derrota. Entre su vastísima producción (casi 500 novelas) cabe mencionar Maigret (1934) o El testamento Donadieu (1937).

A diferencia de Francia y los países anglosajones, el género policíaco no goza de una tradición amplia en los países hispanohablantes hasta bien entrado el siglo XX.

La narrativa policial argentina ha sido innovadora, ya que no se ha limitado a imitar, y menos a repetir, sino que ha sabido incorporar elementos propios.

En este sentido jugó un importante papel la revista VEA Y LEA que apareció durante unos quince años: esa revista organizó varios concursos de cuentos policiales y en cada número quincenal publicaba uno de ellos. Según las normas del concurso, la acción de los cuentos debía transcurrir en territorio argentino. Por lo tanto, los personajes, conflictos, situaciones, y ambientes también lo eran. Esta norma impuso que los autores de cuentos en su inicio y luego de novelas adaptaran al género policial clásico a las costumbres y al pensamiento argentino de la época. Entre los aportes originales podemos mencionar el humor, la reconversión del detective tradicional que es suplantado por un comisario o inspector nada solemne que rinde culto al sentido común y que se apoya para sus investigaciones en la experiencia y en el conocimiento del medio donde le toca actuar. Desconfía del saber "oficinesco" y "libresco" y se guía para su investigación, no tanto en teorías, sino en el conocimiento de los recovecos del alma humana. En muchos casos, el medio y los personajes involucrados pueden ser rurales y no siempre urbanos, como en la literatura policíaca clásica.
En la Argentina, se destacan los siguientes escritores de novela o cuento policial: Jorge L. Borges, Adolfo Bioy Casares, María A. Bosco, Manuel Peyrou, Marco Denevi y Abel Mateo.
En la evolución de la narrativa policial distinguimos tres momentos:

·      El interés se centra en el argumento. La trama es rigurosa y los misterios o enigmas deben ser aclarados en forma deductiva. Esta modalidad se cultivó hasta 1930.

·      El centro del interés se desplaza hacia la explicación psicológica de los hechos y en el comportamiento de los personajes.

·      En las últimas décadas, el relato policial es más realista y violento: los delitos tienen razones concretas, los personajes son tan actuales que nos sorprenden, al igual que las armas científicamente fabricadas; la trama entremezcla intriga, violencia, sexo y espionaje.

 

Elementos caracterizadores

Personajes: el policía, detective o inspector y el asesino o espía; o sea, los buenos contra los malos. Por lo general, son personas que tienen caracteres bien definidos y no evolucionan a lo largo del relato.
El detective, inspector, policía o simplemente un testigo o perjudicado por la acción del malo, es quien lleva a cabo la investigación recolectando señales para poder descifrar la identidad del delincuente o para entender sus móviles. Generalmente están acompañados por un ayudante, quien es el que relata los hechos.

Los sospechosos, es decir, todos aquellos que directa o indirectamente se hallan involucrados en el hecho en cuestión, sea  por sospechas o por indicios comprometedores.

El asesino, el espía, el delincuente, en una buena novela policíaca es quien menos se espera que sea, por lo general, es un personaje que carece de participación a lo largo de la novela y sus apariciones se manifiestan en momentos claves. Se conoce su identidad en los últimos capítulos.

Ambiente: Por lo general, es urbano. En los primeros relatos el crimen ocurría en espacios interiores, en cuartos cerrados. En la actualidad, la violencia se desata en las calles, ante la sorpresa o indiferencia de los posibles testigos, quienes ayudaran en la investigación.

Trama: La trama del género policial es narrativa (puede integrar también descripciones y diálogos) y su finalidad es estética. Con respecto al lector, a menudo, estos relatos cumplen para él un fin de entretenimiento o esparcimiento.

A menudo se utiliza la técnica del suspenso y se va dosificando la revelación de los acontecimientos para mantener la tensión, el interés y la perspicacia del receptor, interesado en llegar al esclarecimiento del enigma plantado. Se deja siempre un hilo o eslabón por resolver. Con rigor deductivo, el investigador junto al lector desentrañan el enigma al reunir esos hilos en el desenlace.
Al principio se proponen varias soluciones fáciles, a primera vista tentadoras, que sin embargo resultan falsas. Hay una solución inesperada, a la cual solo se llega en el final. Para la solución del enigma se desecha todo elemento sobrenatural o inexplicable. Es un relato hecho para que el lector participe en desentrañar el misterio; ingresa en el mismo como un investigador más.
Temática: La temática es más bien limitada y precisa: crímenes, robos, secuestros, extorsiones, engaños, infidelidades, estafas, fugas, persecuciones... En conclusión, los llamados delitos policiales.
Estructura: El relato policial se ajusta a una estructura propia, distinta, que no suele coincidir con la estructura tradicional de las novelas: introducción, nudo, desenlace.

En el relato policial se empieza por un hecho enigmático o delictivo, que plantea múltiples interrogantes y del cual se estudian los móviles, se busca el cómo, el dónde y el porqué sucedieron los hechos. Cada parte suele presentar sus propias secuencias narrativas. El tiempo para aclarar el misterio procede en dos sentidos: mientras avanza la investigación (Futuro), se revela el enigma (Pasado). Pero hay que tener en cuenta que a este relato precedo una etapa previa de organización: cuando el escritor imaginó o fraguó esa historia siguió un orden cronológico o lineal (comienzo, desarrollo y desenlace). Al escribirla invirtió los resultados, presentándolos al comienzo.

 

CUENTO REALISTA

 

Definición: Es una narración basada en hechos reales o imitados de la realidad. Su principal condición es la verosimilitud.

Características:

Ø En este cuento las situaciones están tomadas de la realidad, donde se desarrolla la vida del hombre.

Ø El autor, al narrar, se coloca en una posición objetiva, su intención es retratar sin deformar.  Utilizan la tercera persona gramatical y adoptan  la perspectiva de autor omnisciente. El autor parte de un hecho ocurrido en el pasado, reconocido o no por la historia. 

Ø Los personajes son verosímiles, esta determinado con precisión para crear un clima de realidad.

Ø La acción se desarrolla en un tiempo lineal, y cronológico, el escritor reproduce el lenguaje de los personajes, hablas locales, modismos, y formas coloquiales.

Ø En resumen, el cuento realista es una presentación seria y en ocasiones trágica de la vida cotidiana.

Ø El espacio adquiere mayor importancia, aparece determinado con gran precisión con el objeto de crear un clima de realidad.

 

 

 

 

 

 

6 comentarios:

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